LA ALEGRÍA ESTA DENTRO DE TI.

¿Por qué no eres feliz?

Porque no te has reconciliado con Dios, con tu vida, contigo mismo.

Hay que aceptar un montón de cosas:

Acepta tu trabajo, tu destino.
Aprende a ser feliz en medio del desierto.
Que tu felicidad no dependa de las circunstancias y de los acontecimientos; que dependa de ti, del manantial escondido dentro de ti.
Acepta a las personas que te rodean. ¡Acéptalas de una vez!


Porque si no, no vivirás. Acepta a tu mujer, acepta tu casa, tus muebles. Acepta tu vida. Sin compararla con la vida de los demás. Aparca llana y sencillamente en tu vida.


¡NO DES PATADAS CONTRA EL AGUIJÓN!

 

Solicitud y alegría.


Para vivir la alegría, hay que vivir la solicitud. Hay que ser solícitos con los demás, si no, no seremos felices. Empezando por los detalles de la educación. Siempre el sentido de los demás. Buscar siempre el hacer felices a los demás. Solícito con todos.

No caigas en la trampa materialista.


Es un esquema sin alma:

"El hombre es un ser que produce, gana y se consume."

Esto es terrible, porque puede ocurrir que mañana salga el sol, y tú no te enteres. Para ser feliz, hay que saber contemplar las cosas pequeñas. Se trata de valorar las cosas pequeñas. El pan de cada día está hecho de pequeñas semillas.

Algunas pequeñas semillas:

El encanto de una amistad.
La puerta abierta para ti, en algún sitio, siempre abierta.
Unos brazos abiertos, siempre abiertos.
Una mesa acogedora.
Un apretón de manos sincero.
Una sonrisa cordial.
El silencio de la alameda.
El dibujo de un niño.
Un pájaro que canta.
Una fila de chopos junto a la acequia.

Me envuelve la belleza y me envuelve el bien. No ahoguemos al niño alegre que llevamos dentro de nuestro corazón.

"Dios es la eterna infancia" (Paul Claudel)

Dios es poeta, la creación destila poesía.